En Río de Janeiro un adorable anciano se robó las miradas y la admiración de muchos de los presentes que lo vieron dominando el balón en los exteriores del mítico estadio Maracaná.

Everaldo es el nombre de este señor que a sus 87 años a demostrado que no hay edad que impida hacer lo que a uno más le gusta.

Everaldo tenía 24 años cuando Brasil, siendo el país organizador del Mundial de 1950, cayó ante Uruguay en el ya célebre 'Maracanazo'.

64 años después, el 'abuelo futbolista' espera cobrarse la revancha y ver a su país alzar la Copa del Mundo en casa.

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